Las libélulas u Odonatos son insectos esencialmente veraniegos. Son unos animales fascinantes, con unas características biológicas que nos facilitan su observación. Los adultos de las libélulas están entre los insectos más grandes y espectaculares: sus extraordinarios coloridos, sus fenomenales acrobacias en el vuelo y sus peculiares características biológicas hacen de ellas unos seres fascinantes. Esos colores en sus abdómenes son claves para la diferenciación de las especies siendo relativamente fáciles de reconocer con un poco de práctica.
Se han identificado en el mundo unas 5.700 especies, viviendo la mayoría de ellas en los trópicos. En Europa habitan unas 120 especies y 77 de ellas en la Península Ibérica.
Las libélulas se localizan mejor en puntos de agua dulce (en movimiento o estancada) y cuando hace calor. La salinidad es incompatible con la vida de las libélulas en su fase larvaria, pero condiciones de baja salinidad son toleradas por ciertas especies. Sin embargo, muchas libélulas pueden encontrarse lejos del agua: prados, claros de bosque, bordes boscosos, caminos, etc. Especies asustadizas como varias de la familia Gomphidae, son más fáciles de localizar en estos lugares.